Hola todos
mis lectores y críticos, hoy me tome el atrevimiento de escribir sobre un mítico
lugar llamado las muertortas, se que murieron hace mucho pero para mí fue un
lugar mítico y emblemático de la parte sur de la ciudad de México.
Este lugar
estaba ubicado entre Acoxpa y Miramontes, lugar que recuerdo muy bien porque en
la época de los 90´ no existían tantos locales de comida como lo fue en su
momento, pero llegando al nuevo milenio se lleno de todo tipo de locales de
comida, tacos, gordas, quesadillas entre otros, pero de todos estos un local brillaba por su luz
propia las famosas "Muertortas", estas eran sin duda el parte aguas
de la zona, la delicia, la convivencia y miles de historias inundaron ese
local.
Yo las conocí
por un amigo el cual me invito a degustarlas, siempre fuimos de un gran apetito
y siempre buscábamos lo mas grande que contuviera un gran sabor, además que su
precio fuera accesible, así fue como mi amigo dio con estas míticas tortas.
Recuerdo
que yo ingenuamente pedí una torta rusa (Milanesa, Pierna y Quesillo) mi amigo pidió
una similar pero la suya llevaba jamón y salchicha como ingredientes extras,
esperamos la torta, y note que había demasiadas personas comiendo torta vi su
tamaño y me impresiono tenía unas proporciones muy grandes, la verdad no es por
hacerlas menos pero ni las tortas de sur 12 o las de la villa se comparaban con
esas tortas que yo estaba mirando, pensé que era una cubana así que sin
preguntar mas vi que mi amigo tomo la bolsa ya que las pedimos para llevar y
note que se veía muy ostentosa, pero pensé son 2 tortas y la de mi amigo es más
grande que la mía es normal ver una bolsa tan grande, pasamos por unos
refrescos y nos dirigimos a su casa, ya que la tarde estaba nublada y el primer
rocío se sentía en el aire.
Al llegar a
su casa saco las tortas y lo primero que
dije fue y mi torta el tranquilamente me dice es esta, al mirarla vi que pesaba
casi 1 kilo no pude ocultar mi expresión de sorpresa y a vez pedirle a mi amigo
tortillas, por que el pan se me hacia chico viendo la cantidad de producto que contenía.
Su sabor
algo realmente exquisito y su tamaño inolvidable ya que fue el único bocado que
pobre en todo el día, debo admitirlo me lo acabe en una sentada contado anécdotas
de nuestra amistad, los amigos y el pasar de nuestra vida.
Debo
admitirlo vive más historias junto con las muertortas incluyendo a mi gran amor
en ellas, me hubiera gustado volver a ese lugar pero lamentablemente ya no
existe, me comentaron que habían regresado pero gente que conozco me dicen que
no son las mismas y que la zona ha cambiado, yo no vivo por esos rumbos ya pero
recordar a este gran local me hace llenarme de nostalgia y alegría.
Al igual
que yo muchos probaron estas tortas y me cuentan historias llenas de risas, alegrías
y tristezas, eran de esos lugares como pocos que siendo un negocio de la
esquina, te llenaban de todas esas emociones y te hacían recordar miles de
historias, de esos lugares mágicos donde el tiempo se detiene, donde al caer el
atardecer era hermoso ir a comer, que hasta la lluvia no era impedimento para
ir a comer, esas eran las muertortas lugar que se le extrañara por mucho
tiempo.
Espero algún
día encontrar otro lugar similar donde su sabor, sazón y alegría llenen mi
paladar y mi corazón...
Les
agradezco mis lectores y perdón por la tardanza pero tuve fallas con el
internet y hasta apenas me lo resolvieron.
Gracias y
Saludos